El Departamento de Justicia de E.U. (DOJ) confirmó que el ciudadano brasileño Gustavo De Avila Moreira Farinha se ha declarado culpable de participar en un esquema de fraude electrónico, aceptando cargos por lavado de dinero, robo de identidad agravado y conspiración para cometer fraude.
En 2021, el acusado y cuatro ciudadanos brasileños más fueron acusados de participar en una conspiración para crear falsas cuentas de conductor en diversas plataformas de entrega de alimentos y viajes compartidos, empleando información obtenida ilegalmente y que incluso pertenecía a otros usuarios en la plataforma. Todos los sospechosos, quienes radicaban en E.U. de forma ilegal, ya se han declarado culpables.
La acusación no menciona explícitamente el nombre de las plataformas afectadas, aunque se ha mencionado extraoficialmente que se trata de servicios como UBER, Door Dash y Lyft.
De Ávila reconoció que, entre 2018 y 2021, él y sus cómplices idearon un esquema para defraudar a estas plataformas, incrementando considerablemente su actividad durante los meses más críticos de la pandemia, tiempo en el que el uso de aplicaciones de viajes disminuyó considerablemente a la vez que los servicios de entrega de comida y pedidos de supermercado incrementaron de forma notable.
En esta operación, los acusados explotaron el incremento en la demanda de estos servicios, creando nuevas cuentas de conductores con identidades robadas, recolectando bonos de referencia de las cuentas fraudulentas y usando, alquilando y vendiendo las cuentas a otros usuarios en estas plataformas.
Después de que recibían los pagos de las empresas defraudadas, De Avila y sus cómplices emprendían una operación de lavado de dinero para ocultar el origen de estos fondos, en un intento por no llamar la atención de las empresas, bancos y autoridades fiscales. En total, los acusados habrían robado la identidad de unas 100 personas, comprando esta información en un foro de dark web.
Al respecto, el fiscal federal Randy Grossman mencionó: “El robo de identidad puede ser una pesadilla de frustración y angustia para las víctimas que luchan por recuperar su buen nombre”. Grossman agradeció al equipo de la fiscalía y a los agentes de investigación por su trabajo para el desmantelamiento de esta operación.
La sentencia de De Avila será emitida a finales de agosto. Por cada cargo de conspiración para cometer fraude y lavado de dinero, el acusado podría ser sentenciado hasta a 20 años de prisión, mientras que el robo de identidad es castigado con al menos dos años de cárcel. De Avila también deberá pagar cerca de $500,000 USD como compensación.
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Trabajando como arquitecto de ciberseguridad, el se enfoca en protección de datos y la seguridad de datos empresariales. Antes de unirse a nosotros, ocupó varios puestos de investigador de ciberseguridad con diferentes empresas. También tiene experiencia en diferentes industrias como finanzas, salud medica y reconocimiento facial.