Michael Williams, de 65 años de edad, fue recluido en la cárcel del condado de Cook, Illinois después de ser hallado culpable del asesinato de un joven de su vecindario que le solicitó ayuda después de un incidente de brutalidad policial. Algo peculiar durante el juicio contra Williams fue la evidencia presentada por la fiscalía, que más que apoyarse en testimonios de familiares o informantes provenía de un metraje tomado de una cámara de seguridad.
En este pequeño video, podía apreciarse el auto de Williams atravesando una intersección, seguido de un fuerte sonido captado por una red de micrófonos de vigilancia. Empleando inteligencia artificial, los fiscales analizaron el ruido captado por estos micrófonos, determinando que este era el sonido del disparo con el que Williams presuntamente acabó con la vida de su víctima.
Todo el juicio contra Williams se basaba en las conclusiones obtenidas del sistema ShotSpotter, una red de micrófonos específicamente diseñada para detectar el uso de armas de fuego a través de “sensores, algoritmos e inteligencia artificial” y empleada por múltiples agencias del orden en más de 100 ciudades. Desde su implementación, las autoridades en E.U. han admitido pruebas obtenidas con ShotSpotter para la investigación de más de 200 casos criminales, lo que ha colocado a esta compañía como uno de los principales contratistas en materia de seguridad.
La noche del incidente, Williams y su esposa descansaban en su hogar después de un día como cualquier otro. Más tarde, Williams se dirigió a comprar cigarrillos en una estación de gasolina, ya que las tiendas de su vecindario habían sido saqueadas después de las protestas por el asesinato de George Floyd, extendidas a gran parte del territorio de E.U.
Al encontrar la estación de gasolina en ruinas, Williams emprendió el camino de vuelta a su hogar. Al avanzar se encontró con Safarian Herring, un joven de 25 años que vivía en su vecindario y que le pidió un aventón en su auto. En su testimonio, Williams menciona que unos metros después un auto se emparejó al suyo y, desde el asiento del pasajero, un individuo disparó contra su auto, impactando directamente en el joven Herring. Aunque Williams llevó a la víctima a la sala de urgencias, Herring fue declarado muerto poco después.
Un par de meses después del incidente, la policía se presentó en la casa de Williams para interrogarlo en la estación, donde lo recluyeron en una celda y le anunciaron que era el principal sospechoso y debería enfrentar un cargo de asesinato en primer grado, incluso aunque no había un motivo ni se encontró evidencia en el auto de Williams.
Si bien las autoridades confían en esta tecnología, su uso en la práctica ha demostrado severas fallas y deficiencias, lo que podría replantear la forma en que se analiza la evidencia criminal tomada con esta tecnología. Así lo demuestra un informe publicado por Associated Press, basado en el análisis de miles de documentos internos y evaluaciones sobre el funcionamiento de ShotSpotter.
Finalmente, el mes pasado un juez desestimó el caso en su contra por la ausencia de pruebas determinantes, por lo que después de un año en prisión Williams fue puesto en libertad. En una entrevista, Williams dejó ver su frustración debido a lo que considera una evidencia escasa: “Sigo sin entender cómo pudieron usar esta tecnología en mi contra. Creo que es algo injusto”.
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Trabajando como arquitecto de ciberseguridad, el se enfoca en protección de datos y la seguridad de datos empresariales. Antes de unirse a nosotros, ocupó varios puestos de investigador de ciberseguridad con diferentes empresas. También tiene experiencia en diferentes industrias como finanzas, salud medica y reconocimiento facial.